La utilización de la Web of Science como fuente de información ha arrinconado en los estudios bibliométricos la mayor parte de las contribuciones científicas que no suponen una publicación en una revista científica. Uno de los productos científicos por excelencia, el libro, quizás haya sido uno de los más perjudicados por esta situación. Sin embargo es indudable el papel que el libro juega en la comunicación científica sobre todo a la hora de difundir las aportaciones más consensuadas o como medio de recopilación del conocimiento existente en una disciplina en un momento determinado.
El valor del libro como resultado o contribución científica es reconocido de facto por la Aneca que en sus programas de evaluación del profesorado incluyen los libros y los capítulos como experiencia investigadora aunque con un peso menor que los trabajos en revistas científicas. El valor de los libros como aportación científica también varía considerablemente por grandes campos del conocimiento, siendo minimizada su importancia en las Enseñanzas Técnicas y con mayor valor en las Humanidades. Pese a todo es poca la atención que la bibliometría les presta.
Aprovechando la publicación del informe “Estadística 2005. Panorámica de la edición española de libros” [1] a finales de 2006, cuyos datos también están disponibles a través de Estadísticas del Libro, Lectura y Letras, es un buen momento para conocer someramente y sin grandes pretensiones la situación actual del libro científico-académico. Este estudio divide los libros, o mejor los ISBN concedidos, en siete categorías de las que solo nos interesan dos: Libros de Ciencias Sociales y Humanidades y libros Científicos-Técnicos. La producción impresa de libros en estos dos bloques fue en 2005 de casi un 40%, por lo que copan gran parte del mercado editorial. Los de Humanidades-Sociales representaron un 31% de la oferta total y los Científicos-Técnicos un 9,6%. En ambas como aspecto negativo para los dos últimos años hay una caída de la oferta (Fig. 1) aunque no tiene pinta de ser demasiado significativa.
Figura 1. ISBN concedidos a libros de Humanidades y Ciencias Sociales (rojo) y Científicos Técnicos (Azul) entre 2001-2005
En la tabla 1 presentamos otros indicadores empleados en la Panorámica… Resaltar un porcentaje de traducciones importantes (18%) y la pasta que nos dejamos los que queremos montar una biblioteca profesional (impresa!).
Tabla 1. Indicadores básicos de la producción de libros de Humanidades y Ciencias Sociales y Científicos Técnicos en el año 2005
Otro buena piedra de toque que nos puede ayudar a determinar la salud del libro académico es conocer las pautas de publicación por parte de las editoriales universitarias. La Asociación de Editoriales Universitarias edita informes que reúnen los datos de la mayor parte de ellas. El último (Las editoriales universitarias en cifras 2006) nos ofrece algunos indicadores interesantes. El primero es relativo a la revisión de los originales, de las 51 editoriales 14 (27%) solicitaron informes externos de los originales y 22 (43%) lo hace habitualmente. Ambos porcentajes suponen un aumento sobre las estadísticas de 2003. Cuando se revisan además en el 83% de las ocasiones se hace en el anonimato. Estas cifras nos indican la adopción de políticas editoriales que sin duda han de incidir sobre la calidad científica de los libros y lo interpretamos como un dato bastante positivo, cuando menos para los lectores de la comunidad científica.
El resto de los datos presentes en el informe indican síntomas de buena salud a nivel general, así el número de títulos, la facturación o la tirada han aumentado respecto al año 2003 (Tabla 2). Un dato interesante es ver como los libros Científico-Técnicos recortan las distancias con los de Ciencias Sociales y Humanas, aunque éstos últimos siguen teniendo el mayor número de títulos y representan el 60% de la facturación.
Otro buena piedra de toque que nos puede ayudar a determinar la salud del libro académico es conocer las pautas de publicación por parte de las editoriales universitarias. La Asociación de Editoriales Universitarias edita informes que reúnen los datos de la mayor parte de ellas. El último (Las editoriales universitarias en cifras 2006) nos ofrece algunos indicadores interesantes. El primero es relativo a la revisión de los originales, de las 51 editoriales 14 (27%) solicitaron informes externos de los originales y 22 (43%) lo hace habitualmente. Ambos porcentajes suponen un aumento sobre las estadísticas de 2003. Cuando se revisan además en el 83% de las ocasiones se hace en el anonimato. Estas cifras nos indican la adopción de políticas editoriales que sin duda han de incidir sobre la calidad científica de los libros y lo interpretamos como un dato bastante positivo, cuando menos para los lectores de la comunidad científica.
El resto de los datos presentes en el informe indican síntomas de buena salud a nivel general, así el número de títulos, la facturación o la tirada han aumentado respecto al año 2003 (Tabla 2). Un dato interesante es ver como los libros Científico-Técnicos recortan las distancias con los de Ciencias Sociales y Humanas, aunque éstos últimos siguen teniendo el mayor número de títulos y representan el 60% de la facturación.
Como vemos es fácil trazar rápidamente el paisaje y situación del libro científico-académico aunque viendo las fuentes de información con las que contamos no se ve cercana su incorporación de manera sistemática a los estudios bibliométricos. Existen todavía algunos problemas que ya fueron apuntados en su momento por Lewison [2] y cuya resolución pasa al menos por tres cuestiones clave:
- Mejorar las capacidades de búsqueda de la base de datos del ISBN ya que hasta ahora no nos sirve para nada (a los de bibliometría claro!).
- Catalogación del campo de afiliación de los autores ¿Por qué no se cataloga cuando la mayor parte de los libros contienen esta información?
- Creación por parte de la Aneca de un listado de editoriales especializadas de reconocido prestigio en las que figuren sólo aquéllas que cumplan determinados estándares de calidad
Sin duda la resolución práctica de este tipo de cuestiones aumentaría el estatus del libro como resultado de investigación y ampliaría y mejoría la somera visión que tenemos sobre la publicación de libros científicos-académicos en España.
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1. Estadística 2005. Panorámica de la edición española de libros. Análisis sectorial del libro. Ministerio de Cultura: Madrid, 2006
2. Lewison, Grant. 2001. Evaluation of books as research outputs in history of medicine. Scientometrics. Vol. 10, (2), 89-95
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1 comentario:
Una fuente con mucho sesgo y pocas opciones de búsqueda, pero posiblemente útil en un futuro no muy lejano en el ámbito anglosajón, es la búsqueda de libros de google ¿habeis probado a buscar una referencia bibliográfica en Google búsqueda de libros? Por ejemplo, Little Science, Big Science de Price.
Sé que es muy limitado, pero con el tiempo puede que aumenten sus posibilidades.
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