Un pequeño paso para Google, una gran paso para la comunidad científica
Una de las claves para la creación de un trabajo funcional es la integración de herramientas. La integración de herramientas en una sola permite a los usuarios no tener que ir intercalando su actividad entre diferentes programas, con el consiguiente ahorro de tiempo. Eso lo sabe Google y lo demuestra constantemente, como muestra la última aplicación de Google Docs “Investigación”.
“Investigación” es un pequeño motor de búsqueda que se
integra a la derecha del editor de textos de Google Docs y permite buscar fácilmente
términos del texto. Realmente el buscador se limita a 3 tipos de resultados: Páginas web,
imágenes y referencias bibliográficas.
Figura 1. Captura de Pantallas de Google Docs
Una de las partes más interesantes del sistema es que
reconoce el "peso" de las palabras que se quieren buscar en cada categoría de búsqueda, de tal forma que si
buscamos una palabra que tiene un gran peso en el buscador de imágenes (p. ej. “Circunferencia”)
nos restringe la búsqueda en primer lugar a las imágenes, y en un segundo plano
nos muestra páginas web y referencias bibliográficas. De la misma forma nos
devuelve páginas web y autores.
Páginas Web: Buscar texto en páginas web nos permite, entre otras utilidades, comprobar rápidamente la veracidad de un hecho, el significado de una palabra, o incluso consultar palabras en contexto, algo muy útil para la traducción.
Imágenes. Con esta nueva herramienta, Google en
lugar de incorporar la clásica “galería de imágenes” a su editor de textos
online, incorpora la potencia de su buscador de imágenes, algo muy interesante,
pues desde que aparecieron los buscadores de imágenes los usuarios dejaron de
utilizar las imágenes prediseñadas (muy de moda en su momento) para buscar imágenes de mayor originalidad en Google Images, con el trabajo que esto implica. Es extraño que
ningún editor de textos se haya parado a considerar integrar un buscador de
imágenes a su propia galería.
Referencias. Desde mi punto de vista, el apartado más
interesante. Los gestores de referencias desde un comienzo han intentado
integrarse en paquetes ofimáticos, a través de aplicaciones añadidas, de hecho
Microsoft Word® tiene su propio gestor de referencias, pero tienen varias dificultades, una de ellas es que la lista de referencias que poseen debe haber sido cargada
previamente por el autor. Con esta herramienta Google conecta su editor de
textos con Google Scholar, donde se encuentran la mayor parte de los artículos,
libros y demás documentos utilizados por la comunidad científica, el resultado,
un gestor de referencias con la base de datos científica más exhaustiva del
mundo. Con esto, Google amenaza la cuota de mercado de gestores de referencia
como Mendeley, Refworks, etc., y además, de nuevo, les indica el camino a
seguir a todos planteando nuevas soluciones a viejos problemas. ¿El futuro de la herramienta? Sin duda
incorporar el máximo número de formatos bibliográficos.
¡Google lo ha vuelto a hacer!
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