Como todos sabréis este año hemos estrenado la enésima
reforma del doctorado. Se están constituyendo Escuelas de Doctorado en todas
las universidades, se están agrupando y reorganizando los programas de
doctorado, y se está implantando un “nuevo” plan académico. En este nuevo plan
se contempla un período de formación dirigido a adiestrar al doctorando
fundamentalmente en habilidades metodológicas y técnicas.
En este contexto en la Universidad de Granada, donde los
programas de doctorado se encuentran
alojados en tres Escuelas de Doctorado (Ciencia y Tecnología, Ciencias de la
Salud, Humanidades/Ciencias Sociales y Jurídicas), juiciosamente se decidió fijar una formación instrumental común
a todos los programas. Y dentro de esos cursos se aceptó una propuesta elevada
por Evaristo y por mí, para formar a los estudiantes en la Búsqueda y gestión de la
información bibliográfica. Pues bien hemos impartido cuatro cursos de 3
créditos cada uno a unos 120 doctorandos de todas las áreas de conocimiento.
El objetivo general de curso ha sido enseñar a los
doctorandos a buscar y a organizar la información bibliográfica necesaria para
emprender una investigación y muy en particular la requerida para su tesis
doctoral.
Tras mostrar cómo se hace una investigación señalando cuáles
son las fases del trabajo científico, hemos dedicado una especial atención a
enseñar cómo definir el problema de investigación de la tesis con una
demostración práctica y un ejercicio a realizar por todos los participantes.
A continuación, entramos en la materia central del curso:
aprender a buscar información bibliográfica y a organizarla. Primero, nos
centramos en aprender a diseñar nuestra estrategia de búsqueda (términos a
emplear y forma de relacionarlos entre sí). Cada doctorando ha tenido que
construir su ecuación de búsqueda para su tesis. En segundo lugar, hemos
repasado y recomendado las principales bases de datos bibliográficas para buscar
libros (Dialnet y WorldCat) y artículos de revistas y
otros documentos: internacionales especializadas (utilizando la plataforma Proquest)
internacionales multidisciplinares: Scopus, Web of Science, Google Scholar)
y nacionales (CSIC, Dialnet). En tercer lugar, hemos
repasado las formas de acceder y guardar los documentos pertinentes que deben
leer necesariamente.
Por último, nos hemos ocupado de instruir en la forma de
almacenar y organizar la información bibliográfica y las notas derivadas de la
misma a fin de poder recuperarla cuando sea preciso y especialmente a la hora
de redactar la tesis. Especial énfasis se ha puesto en la forma de redactar las
referencias bibliográficas. Y para ello hemos mostrado las principales aplicaciones
informáticas existentes en el mercado (Refworks. Mendeley, My Library,
Refworks, Endnote).
No quisiera terminar esta crónica sin revelar cuales eran
las prácticas informativas de los doctorandos que han arribado a este curso. De
manera informal hicimos una pequeña encuesta sobre los conocimientos sobre búsqueda
información y, especialmente, de cuáles son sus hábitos al respecto. Hay que
tener en cuenta que se trata de alumnos que disponen de un grado o licenciatura y
de un máster especializado (algunos, incluso, disponían de dos o tres titulaciones).
Se trata, por tanto, de personas con alta formación. Pues bien, los resultados de nuestro informal cuestionario
son sumamente elocuentes:
1. Cuando se les preguntó cómo
buscaban información bibliográfica y qué fuentes o bases de datos empleaban, se
evidenció:
a.
Prácticamente
el 100% emplean de forma más o menos sistemática Google y Google
Scholar. Esta práctica es especialmente recurrente en los doctorandos
de Humanidades y Ciencias Sociales.
b.
Se
detectaron diferencias acusadas según campo de conocimiento, algo que es bien
sabido:
i. En ciencia de la salud Pubmed (el histórico Medline)
sigue siendo el referente indiscutible e indiscutido.
ii. En Humanidades, Ciencias
Jurídicas y, en algunas Ciencias Sociales (Antropología) Dialnet es una fuente de
información muy apreciada, aunque no suscita la unanimidad de Google
y Google Scholar o Pubmed.
c. Muy
pocos (no más del 10%) fueron capaces de señalar alguna otra base de datos bibliográfica
sea multidisciplinar o especializada. Entre las multidisciplinares se nombraba
algo más Scopus que Web of Science, pero ninguna de las
dos era tan popular como uno podía intuir de antemano. En fin, algo
sorprendente. De las bases de datos especializadas pocas fueron citadas (Psycinfo,
MLA…)
2. Cuando se les preguntó cómo organizaban
la información bibliográfica y si empleaban algún gestor bibliográfico, las
respuesta fueron:
a. La
forma mayoritaria de gestionar la información era sumamente artesanal,
empleando para ello procesadores de texto. No existía una práctica sistemática y
rigurosamente organizada.
b. Solo
un 5% de los doctorandos fue capaz de mencionar algún gestor bibliográfico. Los
más mencionados y usados fueron RefWorks y Mendeley. Una persona declaró utilizar
Endnote, otra Reference Manager y otra Zotero.
Confesar que la experiencia ha sido sumamente
gratificante aunque sin gratificación –de momento, eso espero–. Creo que hemos
sembrado una semilla en un campo muy fértil. Los alumnos estuvieron muy
receptivos, el ambiente sumamente familiar y las clases muy divertidas. Las
ocurrencias de Evaristo, con quién hacía tiempo no compartía tarima, ayudaron
mucho en este sentido.
No me
resisto a reproducir algunos de los lisonjeros mensajes recibidos de los alumnos.
“…Para
mí este curso ha sido todo un descubrimiento, no sólo por enseñarme el
maravilloso mundo de los gestores bibliográficos (a partir de ahora, sin duda,
Mendeley es mi mejor amigo…), sino por abrirme el universo del mundo de Scopus
y Web of Science, que desde entonces utilizo a menudo….
De nuevo, muchas gracias
por todo…”
“…agradecer nuevamente a ambos por las
lecciones del seminario porque me han sido de muchísima utilidad, en la forma
de organizarme, buscar datos y demás, fructífero 100 x 100…”
“…Gracias
por facilitarnos la información y hacer tan amenas aquellas clases, la verdad
es que me fue de mucha utilidad…”
“…Le agradezco su clase, me ha servido de
mucho… gracias por enseñarnos todas estas herramientas tan útiles, nuevamente
un gran saludo…”
“…gracias de nuevo por compartir con nosotros
sus conocimientos…”
“…Aplicaré
sus consultas inmediatamente, porque han sido muy útiles!”
“Muchas
gracias por el taller, ha sido muy útil”
“…Finalmente,
le agradezco la claridad expositiva del Taller el cual me ha parecido muy útil”
“Me
gustó mucho el curso y creo que nos es de mucha utilidad”
“Gracias
a ambos por el curso, sin duda seguro que nos será muy útil…”
Para
un profesor no hay mejor recompensa que el reconocimiento proveniente de sus
discípulos. Una auténtica inyección de moral.
Emilio Delgado López-Cózar
Huétor Vega, 25
de abril de 2014
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