Por Ana María Muñoz
[ver post anterior]
La aportación de esta obra muestra como punto de partida, los procesos y los primeros resultados de uno de los fenómenos contemporáneos que mayor trascendencia tuvo y está teniendo en los cambios sociales habidos en las últimas décadas del siglo XX: la toma de la palabra pública de las mujeres, su incorporación a la educación superior y a los procesos de creación del conocimiento, y, sobre todo, la afirmación de la autoría de las mujeres. La época de este estudio no es casual pues es a partir de la Transición Política española cuando el acceso de las mujeres a universidad se produce de forma masiva. La proporción de profesoras con respecto al total del profesorado es tres veces menor y tardando más tiempo en acceder a las categorías académicas de funcionariado. Su producción científica hasta los años 80 es bastante baja, pero a partir de este momento crece progresivamente.
[ver post anterior]
La aportación de esta obra muestra como punto de partida, los procesos y los primeros resultados de uno de los fenómenos contemporáneos que mayor trascendencia tuvo y está teniendo en los cambios sociales habidos en las últimas décadas del siglo XX: la toma de la palabra pública de las mujeres, su incorporación a la educación superior y a los procesos de creación del conocimiento, y, sobre todo, la afirmación de la autoría de las mujeres. La época de este estudio no es casual pues es a partir de la Transición Política española cuando el acceso de las mujeres a universidad se produce de forma masiva. La proporción de profesoras con respecto al total del profesorado es tres veces menor y tardando más tiempo en acceder a las categorías académicas de funcionariado. Su producción científica hasta los años 80 es bastante baja, pero a partir de este momento crece progresivamente.
Es curioso, que cuando comencé a trabajar sobre este tema en el año 1998, los estudios bibliométricos que incorporaran la perspectiva de género en su trabajos se contaban con los dedos de una mano, esto quiere decir que no había conciencia de la importancia que representan las mujeres en el ámbito de la Universidad, no se tenía en cuenta a lo nosotras las feministas llamamos “la otra mitad de la ciencia”, pero que si lo tuvo en cuenta o apreció esta falta J. D. Solla Price en su tan leída obra Little Science, Big Science (1963).
Gracias a la conciencia de mujeres y hombres y al interés social por desarrollar proyectos de investigación que incorporen perspectivas de investigación no androcéntricas, que consideren a las mujeres como sujetos y agentes, y que apliquen nuevas categorías de análisis y nuevas preguntas de investigación ha favorecido, desde hace varios años, la inclusión de los Estudios de las Mujeres y de Género como área prioritaria en el Plan Andaluz de Investigación (2001) y en programas de investigación y desarrollo de España (Programa Sectorial de Conocimiento I+D del Instituto de la Mujer desde 1996) y de la Comunidad Europea. Además de la creación desde el Ministerio de Educación y Ciencia, en marzo de 2005, de la Unidad de Mujer y Ciencia para impulsar las políticas de igualdad en la investigación y la universidad. Esta Unidad va a trabajar en estrecha colaboración con el Grupo de Helsinki, constituido al amparo del Plan de Acción sobre Mujeres y Ciencia de la Comisión Europea en 1999 y cuyo objetivo es velar por la visibilidad de la mujer en la ciencia a través del seguimiento estadístico y las recomendaciones de expertos. Tampoco olvidemos la reciente modificación de la Ley Orgánica de Universidades que también ha incorporado en todas las Universidades españolas “Unidades de Igualdad”.
Dentro de cinco años, vendrán nuevos resultados cuando se realice la continuación de este estudio, con las siguientes hipótesis:
Debido a las políticas impulsadas para la mejora de las mujeres en la ciencia:
- Las mujeres científicas y/o profesoras en la universidad del siglo XXI son más productivas que sus antecesoras con investigaciones de calidad
- Las mujeres científicas y/o profesoras en la universidad del siglo XXI obtienen resultados de investigación igual o mayor impacto y visibilidad que los de sus compañeros varones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario